Durante más de un año, Antwaun McLaren mantuvo un expediente impecable mientras cumplía su libertad condicional por una condena por posesión de cocaína; regularmente se ponía en contacto con su oficial de libertad condicional del Condado de Cook y pasó las pruebas de orina requeridas para asegurarse que permanecía libre de drogas.

Pero al no poder encontrar trabajo, a McLaren, entonces de 23 años de edad y padre de dos hijos —uno de ellos recién nacido— le cortaron el servicio de su teléfono celular después de retrasarse en su pago.

A principios de 2018, cuando perdió las llamadas de su oficial de libertad condicional, McLaren se encontró de nuevo en la corte, ante la jueza Diane Gordon Cannon, por violar la libertad condicional.

McLaren esperaba continuar bajo libertad condicional después de una breve audiencia. No sabía que Cannon tenía un historial de ser dura con los infractores.

Cannon ha enviado a unos 1,450 acusados a la prisión estatal por violar la libertad condicional, cerca del 35% de los que comparecieron ante ella por dichas violaciones, y el mayor número que cualquier juez en el tribunal del Condado de Cook, según reveló un análisis sin precedentes hecho por The Circuit a dos décadas de datos judiciales.

Por el contrario, docenas de jueces que escucharon un número similar de violaciones de libertad condicional  —para retirar un nuevo cargo, no reportarse o eludir otras reglas—, sentenciaron a prisión estatal en promedio a un 13% de los acusados, según la investigación de The Circuit, una colaboración de investigación de las organizaciones noticiosas sin fines de lucro Better Government Association, Injustice Watch y The Chicago Reporter.

Ese día de enero, Cannon ordenó que McLaren fuera retenido sin fianza en la cárcel del Condado de Cook hasta que se pudiera realizar una audiencia sobre la violación de la libertad condicional. Permaneció detenido durante dos meses antes de que los fiscales abandonaran el asunto.    

A pesar de que fue el primer encuentro de McLaren con la ley siendo adulto, Cannon dio a entender que era parte de una pandilla o mafia, según reiteró McLaren en entrevista. Dijo que sintió la antipatía de Cannon hacia él, un hombre negro atrapado en el sistema de justicia penal.

“No me mires como si fuera nada. Respétame como ser humano”, dijo McLaren. “Ni siquiera puedo pagar una factura telefónica. ¿En qué organización criminal estoy?”.

Los abogados  —muchos de los cuales hablaron bajo la condición de anonimato por temor a represalias por parte de Cannon y otros jueces—, dijeron que Cannon tiene un largo historial de comportamiento intimidatorio y arrebatos verbales desde el estrado, insensibilidad hacia las minorías y una notable preferencia por la fiscalía. 

Cannon, que es blanca y una veterana de casi 25 años en el estrado, no respondió a repetidas llamadas y correos electrónicos en los que se le pidió su comentario. El juez LeRoy Martin Jr., quien preside la división penal de la corte, dijo en una respuesta por correo electrónico, que Cannon ha estado con licencia por enfermedad pagada de su trabajo, de un salario de $206,400 por año, desde el inicio de 2020 y que no está buscando permanecer en su cargo en las elecciones de noviembre.

La juez más sustituida en la corte

El historial de Cannon por su trato duro hacia los acusados y sus arrebatos verbales, así como su reputación de ser pro-fiscalía, puede haber sido el origen de otra distinción sospechosa. Durante los últimos dos años, los abogados, usando una maniobra legal poco conocida, la han expulsado de más casos que a cualquier otro juez en el Condado de Cook, según el análisis.

Las causas penales se asignan aleatoriamente a los jueces por computadora. Bajo la ley estatal, los abogados defensores y fiscales pueden optar por un juez diferente una vez, dos veces en caso de asesinato y un puñado de otros delitos graves.

No es necesario dar una razón específica, pero las mociones para una “sustitución de juez” conocida como SOJ por sus siglas en inglés, deben ser presentadas dentro de los primeros 10 días de la asignación de un juez. Las mociones para sustituir todavía se pueden hacer más tarde, pero los abogados deben demostrar que un juez tiene prejuicios contra ellos, un obstáculo difícil de superar.

En 2018 y la mitad de 2019, los abogados rápidamente retiraron a Cannon de uno de cada cinco casos que se le asignaron al azar, mucho más que a cualquier otro juez, según el análisis.

El alto número de mociones SOJ contra Cannon mostró lo mucho que se le considera parcial e injusta, y debería suscitar preocupación entre los altos funcionarios de la corte sobre su conducta, dijeron los abogados.

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El juez Cannon ha sido criticado por tener una inclinación a favor de la acusación. (Ilustración: Verónica Martínez para el Circuito)

Thomas Geraghty, un antiguo profesor de la Escuela de Derecho Pritzker de la Universidad de Northwestern, pidió a Martin y al Juez Principal del Condado de Cook, Timothy Evans, que rastrearan los SOJ como indicador de si los jueces están a la altura de la tarea de impartir justicia de manera justa.

“Si los jueces están recibiendo muchas de estas mociones … Debería haber algún proceso para averiguar si hay un problema con el juez”, dijo Geraghty en una entrevista.

Evans y Martin se negaron a ser entrevistados para este reportaje, pero Mary Wisniewski, portavoz del juez principal, emitió una declaración diciendo que los funcionarios de la corte no rastrean los SOJ porque no son “un reflejo del rendimiento judicial”, señalando que las mociones pueden presentarse “por cualquier razón”.

Pero los abogados que frecuentan regularmente la corte principal del condado en la calle 26 y la avenida California, dijeron que comparten su opinión sobre los jueces que presiden allí, dándoles un buen sentido de sus calificaciones.

Con el tiempo, los abogados más veteranos tienen una buena idea de cómo se comportan la mayoría de los jueces, como si tratan a los acusados y sus abogados con respeto, muestran equilibrio en sus sentencias, y dictan sentencia de manera equitativa y justa.

Sus razones para sustituir a un juez pueden ser muchas, pero frecuentemente implican preocupaciones sobre la reputación de un juez por la equidad. 

“Un abogado toma una decisión al conocer las costumbres (de) ese juez en particular”, dijo John DeLeon, quien ha sido abogado penalista en Chicago durante muchos años.

Si hay preocupaciones, los abogados no dudan en cambiar de jueces, dijo DeLeon.

En 2018, Cannon fue rechazada de 58 casos, casi el 16% de los 360 casos que se le asignaron al azar, según el análisis. Los abogados de otros cuatro acusados — permitidos sustituir a dos jueces, porque enfrentaban los delitos más graves — ese año bloquearon el nombramiento de Cannon después de sustituir primero a otros jueces, según muestran los registros.   

Ningún otro juez se ha visto ni siquiera cerca de esa situación. El otro juez con más números de SOJ ese año, tenía 32.

En 2018, de los 33 jueces del Condado de Cook a los que se les asignaron al menos 300 casos penales, siete no tenían un solo SOJ en su contra. Otros diez jueces sólo tenían uno o dos SOJ en su expediente durante todo el año.

Cuestión de conducta e imparcialidad

La crítica contra Cannon por su temperamento y equidad, se remonta a años atrás.

Hace dos años, se enfureció cuando vio a un pasante de la oficina del defensor enviando mensajes de texto desde su teléfono en medio de un juicio; Cannon tomó posesión del teléfono y leyó los mensajes de texto en voz alta antes de echar al joven de la corte, según dijeron varios abogados que en ese momento estaban presentes en la sala del tribunal, así como el acusado cuyo caso se estaba examinando.

“Estaba muy enojada”, dijo Flamond Williams, actualmente de 39 años de edad, y quien en marzo de 2018 estaba siendo juzgado por un cargo de armas. Recordó que Cannon casi echó a un defensor público asistente junto con su pasante, quienes estaban esperando ser escuchados sobre otros asuntos. Finalmente, Cannon declaró a Williams culpable.

Los abogados dijeron que estaban al tanto de que se había presentado una denuncia contra Cannon por el incidente ante la Junta de Investigación Judicial de Illinois, la agencia estatal que investiga denuncias de irregularidades judiciales, pero que rara vez hay consecuencias para los jueces. Todas las quejas presentadas a la junta son confidenciales hasta que se presenten cargos administrativos. Hasta el momento, no se han hecho públicas las conclusiones al respecto.

Ese junio, la oficina del defensor público del Condado de Cook detuvo la asignación de los mismos abogados todos los días a la corte de Cannon, una práctica de muchos años que la oficina ha continuado en otros lugares de la corte en la calle 26 y la avenida California.

En una declaración enviada por correo electrónico, la defensora pública del Condado de Cook, Amy Campanelli, apuntó el cambio a un proyecto piloto diseñado para mantener a sus asistentes en un caso desde su inicio hasta su conclusión. Desde entonces no se han añadido más salas de audiencias, aunque la oficina dijo que el próximo mes planea ampliar el proyecto piloto.  

Tatyana Lewis, una mujer Negra que en 2018 fue sentenciada por Cannon a dos años de prisión tras declararse culpable de un delito grave de posesión de drogas, dijo que luchó para entender por qué, siendo que cometió un delito por primera vez, no recibió (como sentencia) servicio comunitario y tratamiento contra la adicción. 

Dijo que Cannon carecía de empatía.

“Tiene la actitud de ‘esta es mi corte, tú eres el/la criminal’”, dijo Lewis. “No siento que ella sea la adecuada para la comunidad … especialmente para alguien que juzga según sus sentimientos personales o por cómo se despertó esta mañana”.

A favor de la fiscalía – excepto contra los policías

Cannon, quien trabajó toda su carrera como asistente del fiscal del Condado de Cook antes de ser elegida para el tribunal en 1996, tiene una reputación de favorecer a la fiscalía; excepto cuando los agentes de la ley enfrentan cargos penales.

En 2015, ganó mala fama cuando absolvió al Comandante de la Policía de Chicago Glenn Evans, en un caso de alto perfil acusado de meter su arma en la boca de un hombre. Cannon dio poca credibilidad en su decisión a la evidencia de que el ADN de la presunta víctima fue encontrado en el arma de fuego de Evans.

Dos años después, los fiscales especiales que manejaban los cargos contra los tres policías de Chicago acusados de conspirar para encubrir la muerte injusta del adolescente Negro Laquan McDonald por un oficial blanco en 2014, sustituyeron rápidamente a Cannon después de que el caso se le asignara al azar.

“No hay duda de que si yo hubiese sido el fiscal (especial), habría hecho lo que hicieron”, dijo G. Flint Taylor, abogado de derechos civiles de muchos años en Chicago.

Taylor sustituyó a Cannon en un asunto posterior a la condena que involucraba a un cliente que alegaba que había sido torturado por detectives de la policía de Chicago que trabajaban con el comandante Jon Burge, quien murió en 2018. Taylor señaló que Cannon había trabajado en la unidad de revisión de delitos del fiscal del estado en el momento de la infracción de Burge.

“Es una de los últimos jueces sobrevivientes que tienen una conexión directa con la era de la tortura de Burge”, dijo Taylor, quien definió como “autoritario”, el estilo de corte de Cannon. “No es sorprendente que sea rechazada por los abogados defensores, particularmente en los casos en que la policía estaría involucrada”, agregó.    

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En marzo de 2012, un tribunal de apelación de Illinois reasignó un caso de asesinato a otro juez después de revertir la condena de Chad Johnson y reprenderle al juez Cannon por prohibir a la defensa interrogar a un detective de la policía de Chicago en el juicio sobre cambios en el relato de un testigo ocular clave. (Ilustración: Verónica Martínez para el circuito)

De enero de 2018 a junio de 2019, los abogados sustituyeron a Cannon en al menos seis casos relacionados con cargos de agresión a policías, según el análisis de los datos de la corte.

Lawrence Kennon, abogado de Chicago que ha ejercido durante más de 50 años, dijo que su experiencia defendiendo a una mujer Negra hace años por cargos de asalto a un oficial de policía solidificó, para él, la reputación de Cannon como una “juez de los policías”, especialmente para acusados de color.

Kennon, quien murió en septiembre pasado a la edad de 91 años, también era Negro y pensó que su raza jugó un papel en el trato que le dio la jueza. En junio, dijo en una entrevista que Cannon lo interrumpió repetidamente durante las conversaciones con el juez y los fiscales en su despacho.

“Me dijo, ‘No interrumpas. Escucha el otro lado’”, dijo Kennon. “En realidad no quería escuchar el lado del acusado”. 

‘¿A eso le llamas informe?’

Los abogados dijeron que en ocasiones, la animosidad de Cannon hacia la defensa podría ser abierta y obvia.

En marzo de 2012, en un insólito movimiento, un tribunal de apelación de Illinois reasignó un caso de asesinato a otro juez, después de revertir la condena de Chad Johnson y reprender a Cannon por prohibir a la defensa interrogar a un detective de la policía de Chicago, en el juicio sobre los cambios en el relato de un testigo clave.

La opinión pública también castigó a Cannon por sus comentarios personales frente al jurado sobre la calidad de las pruebas de la defensa y la diligencia de su investigador.

“¿A eso le llamas informe?”, se cita en los registros judiciales a Cannon diciendo, al momento que el investigador testificaba ante el jurado.

La defensa presentó tres testigos que declararon que estaban con Johnson en Kentucky en el momento del tiroteo ocurrido el domingo del Super Bowl en 2004, en el sur de Chicago en el que se asesinó a Christopher Dorbin y se hirió a otros tres. 

En la apelación, los abogados de Johnson escribieron que Cannon reconoció que había levantado la voz después de escuchar el testimonio del investigador.

Pero que la jueza se negó a conservar la evidencia de audio que habría permitido a la corte de apelación “escuchar por sí misma el tono de voz con el que se burlaba del abogado defensor y abordaba verbalmente a su testigo”.

En un nuevo juicio en 2018, un jurado del Condado de Cook absolvió a Johnson, quien ha alegado en una demanda pendiente que la policía de Chicago lo incriminó por el asesinato.

En otra larga disputa, Cannon se negó durante meses a dejar de supervisar el caso del asesinato de Malvin Washington, a pesar de las acusaciones de la defensa de que había mostrado abiertamente parcialidad.

Sus abogados anteriores también habían alegado que Cannon favoreció injustamente a la fiscalía en sus decisiones de juicio, regañó inapropiadamente a los abogados defensores frente a los jurados, y trató a la familia de Washington con desdén.

En 2012, la Corte Suprema de Illinois confirmó la decisión de una corte de apelación de anular la condena de Washington por asesinato en primer grado por el asesinato de Marquis Reed en 2004 y de herir a otro hombre, dictaminando que Cannon se había equivocado al no permitir que los jurados consideraran cargos de homicidio premeditado.

En una audiencia en 2017, los abogados de Washington  —con la Clínica Legal Bluhm de la escuela de derecho de Northwestern—, dijeron que se les había dicho que Cannon se había burlado de ellos a sus espaldas, llamando a Jeffrey Urdangen “Mr. Underpants” y a Alison Flaum “Ms. Phlegm”.

Cannon negó los insultos y acusó a Urdangen de decirle a la gente que esperaba que muriera de cáncer, acusación que Urdangen negó.

La semana siguiente, Cannon se retiró abruptamente del caso.

En un nuevo juicio ante otro juez, Washington fue condenado por un jurado por asesinato en segundo grado a 25 años de prisión, mucho menos que la sentencia de 65 años que Cannon había impuesto anteriormente.

Una vida interrumpida por una infracción menor

Cuando hace dos años Cannon envió a McLaren a la cárcel por faltar a su revisión con su oficial de libertad condicional, la cuota de dos meses en custodia dañó su salud física y mental, dijo McLaren, quien ya estaba en discapacidad por problemas médicos graves.

McLaren contó que estaba tan enfermo que no podía ni levantarse de la cama y luchó contra sus pensamientos de suicidio y miedo de morir bajo custodia.

“Ese fue el peor momento de mi vida”, reveló. “Tres derrames cerebrales no se comparan con eso”.

McLaren no fue liberado de la cárcel hasta que los fiscales —a instancia de su abogado— retiraron la violación de la libertad condicional, tomando el asunto de manos de Cannon.

McLaren señaló que el encarcelamiento le costó una oportunidad de trabajo, interrumpió su segundo año en el Colegio Kennedy-King, y lo puso en picada, algo con lo que todavía lucha por superar.

El análisis de datos para esta historia fue realizado por Forest Gregg y Hannah Cushman Garland de DataMade y Jared Rutecki de BGA.

Traducido por Gisela Orozco.

Casey Toner, a Chicago native, has been an Illinois Answers reporter since 2016, taking the lead on numerous projects about criminal justice and politics. His series on police shootings in suburban Cook County resulted in a state law requiring procedural investigations of all police shootings in Illinois. Before he joined Illinois Answers, he wrote for the Daily Southtown and was a statewide reporter for Alabama Media Group, a consortium of Alabama newspapers. Outside of work, he enjoys watching soccer and writing music.